«El curso de idiomas me abrió un mundo nuevo»

Después de frustrantes experiencias con cursos de idiomas no precisamente baratos, Salvatore Perna se inscribió en un curso de idiomas de Syna. Este electricista de 30 años de Zúrich nos habla de su exitoso aprendizaje en grupos pequeños, de cómo se estructuran las clases y de la utilidad de las aplicaciones.

Cuando llegué a Suiza desde Italia hace cinco años, todo era nuevo para mí. Como una de las formas de integración es a través del lenguaje, me inscribí en un curso de idiomas con Syna, después de algunas experiencias decepcionantes con los primeros cursos que tomé.
Decisión correcta. En vez de grupos de 25 alumnos, ahora sólo éramos ocho en el curso de Syna. Conocí a gente muy simpática de Italia, Portugal y Túnez. Ayudó mucho que el profesor hablara italiano, español y portugués. Eso facilitó el aprendizaje. En los cursos anteriores sólo se hablaba alemán y el ritmo era muy rápido. No podía seguir el ritmo, por lo cual perdía el dinero invertido.
El curso de Syna fue muy diferente. El profesor trató a todos individualmente. Ya estaba algo adelantado. Así que preparó un programa especial para mí. El curso estaba muy bien organizado. Nos reuníamos dos veces a la semana de 18 a 20 horas. Todos estábamos cansados después del trabajo. Pero las horas pasan rápido. Teníamos un buen libro de texto, fácil de entender, más una aplicación. Teníamos también un chat de la clase en Whatsapp donde podíamos preguntar en cualquier momento si no entendíamos algo. Y siempre hubo conversaciones en el curso para poner en práctica lo aprendido.
Este bien estructurado curso me abrió un mundo nuevo. Sentía que me comunicaba mejor con cada lección. Me viene muy bien en el trabajo, pues nadie de mi equipo habla italiano. Me apuntaré a otro curso de idiomas de Syna.