Von Claudia Stöckli auf 8.9.2021
Kategorie: Fremdsprachen

Defiéndete! Tú no tienes la culpa

El acoso sexual en el lugar de trabajo ocurre con demasiada frecuencia. Casi el 50% de las mujeres y los hombres sufren acoso sexual en el transcurso de su vida laboral. Las mujeres más jóvenes, las de origen migrante y las que trabajan en servicios son las más afectadas. Es fundamental que los empresarios expliciten claramente su postura de tolerancia cero.

A menudo, los trabajadores no están seguros de sí un comportamiento desagradable por parte de la otra persona es realmente un caso de acoso sexual. Aquí hay una regla clara: el factor decisivo no es la intención de la persona que te acosa, sino tus sentimientos. En otras palabras: si te sientes acosado, entonces tu impresión es correcta y debe ser tomada con la seriedad que amerita.

Graves consecuencias

El acoso sexual nunca es inofensivo, pues siempre están involucradas relaciones de poder y dependencia. Las consecuencias para los afectados son graves: se pierde la comodidad en el trabajo, disminuye el rendimiento y, por tanto, no se pueden aprovechar las capacidades y oportunidades profesionales. Se desarrollan sentimientos de vergüenza y culpa, las que se expresan en enfermedades físicas y psicológicas, y la vida privada se ve dañada. Una de las consecuencias generalmente es la pérdida del empleo.

¿Qué hacer?

En la actualidad existe una serie de leyes que protegen a los afectados de acoso sexual y que claramente lo prohíben. Los empresarios también deben garantizar claramente que los empleados no sean acosados sexualmente y que las víctimas del acoso sexual no sufran más menoscabo. Así que si te sientes acosada sexualmente en el trabajo, tienes derecho a defenderte. Debes saber que tú no tienes la culpa. Estas son tus opciones:


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