Hasta hace algunos años atrás, los jóvenes tenían que tomar una decisión definitiva sobre su futuro profesional al terminar la enseñanza obligatoria y a menudo trabajaban en el oficio aprendido hasta jubilar. Afortunadamente, esto ha cambiado hoy en día. Independientemente de la elección que hagan los jóvenes a los 15 años, siempre pueden cambiar de orientación más adelante, durante su carrera académica o profesional, y así continuar su formación.
Tras nueve años de escolarización, los jóvenes suizos tienen la posibilidad de elegir un programa de formación profesional dual en 230 profesiones diferentes. Antes se asumía que los alumnos con inclinaciones prácticas debían elegir un aprendizaje para instruirse en un oficio, mientras que a los alumnos más estudiosos se les recomendaba ir a la escuela preparatoria para luego asistir a la universidad. La tendencia a la educación en la escuela preparatoria ha aumentado en los últimos años a causa del prestigio asociado a ello y a que también es el camino que se suele tomar en los países cercanos. Pero este punto de vista es obsoleto.
Alrededor de dos tercios de los jóvenes suizos optan por un aprendizaje y encuentran una plaza de aprendiz con relativa facilidad en la actualidad. Al inicio del aprendizaje, el 2 de agosto de 2022, aún quedan unos 12.500 puestos sin cubrir en toda Suiza, lo que da una idea acerca de la escasez de trabajadores cualificados. Sin embargo, existen grandes diferencias entre los distintos cantones.
Todas las puertas abiertas
Hasta hace algunas décadas, la formación profesional y la universidad eran dos caminos educativos completamente distintos sin relación entre sí. Si querías cambiar de profesión o de estudios, tenías que comenzar desde cero. Ahora, quienes eligen el camino de la formación profesional pueden acceder a niveles superiores de educación con la capacitación. Las trayectorias profesionales son diversas y accesibles para todas las personas en formación. Con una formación profesional, también es posible obtener un título universitario. Los alumnos que completan una formación profesional con un "Passerelle" (examen que da acceso a la educación superior) están al mismo nivel que los que han completado una escuela preparatoria y pueden inscribirse en una universidad o en un instituto federal de tecnología.
Así, los jóvenes que optan por la formación profesional tienen todas las puertas abiertas. A diferencia de los que asisten a la escuela preparatoria, ganan su propio dinero antes. También aprenden a conducirse en el lugar de trabajo y a comunicarse con compañeros mayores. Al aprender tanto de la escuela de formación profesional como del lugar de trabajo, ganan una experiencia laboral única al combinar tanto lo teórico como lo práctico. Y es precisamente esta combinación lo que hace que estos jóvenes maduren como adultos de forma más temprana.
Bajo desempleo juvenil
Este modelo suizo despierta cada vez más interés en el extranjero. Por eso sirve como modelo en la lucha contra el desempleo juvenil. La mala calidad de la educación, falta de cualificación o un mercado laboral poco atractivo se consideran las causas más importantes y comunes del desempleo juvenil. En Grecia, el 28,6% de los jóvenes de 15 a 24 años no tenía trabajo en julio de 2022, mientras que el desempleo juvenil era mucho menor en países con educación dual, como Alemania, con un 5,6%, y Suiza, con un 1,8%.
Conclusión
El hecho de hacer un aprendizaje profesional a los 15 años o pasar a la escuela preparatoria ya no es determinante para luego seguir una carrera universitaria. La flexibilidad del sistema de educación dual permite estudiar incluso después de un aprendizaje. A diferencia de los alumnos de la escuela preparatoria, los que completan su aprendizaje profesional ya tienen su primera experiencia en el mundo laboral. Y esta experiencia práctica es claramente una ventaja.
